viernes, 29 de junio de 2012


Te lo dije, la final era Italia - España. Estaba claro. Creo que es la primera vez en mi vida que acierto un pronóstico: espero fallar la segunda parte y que no gane Italia.

El público español cantaba “Cristiano, tíralo”. Hay pocas formas de ser más crueles que con el cachondeo. Cesc acababa de clasificar por segunda vez a su país marcando el penalti decisivo y dice que ha jugado fatal. No quiso tirar el segundo porque quería la responsabilidad del quinto. Ya lo había logrado y sabía que iba a volver a hacerlo. Cristiano no tiró el primer penalti, ni el segundo. Quería marcar el decisivo, ganar el balón de oro, ser mejor que Messi. Hay siempre un aire de tragedia en todo lo que hace: es difícil tener más posibilidades para ser feliz y ser tan torpe, equivocarse tanto. Cristiano necesita leer a Platón, a Chukri, a Pavese y unos pocos más. Necesita aprender a vivir. No llevaba razón Rexach al decir que no entendía el fútbol, lo que no entiende es la vida.

Dice Pérez Reverte en Jot Down que ser culto te hace no chillar si el avión se cae. Puede ser. Mis mayores me enseñaron que se chilla y se lucha: mi madre pegándole con una escoba a un ratón mientras gritaba. Ser culto te hace consciente en las desgracias: no creo que alivie el dolor, lo aumenta. Puedes llorar plantando lechugas, conduciendo una moto o catalogando libros. Pero estás llorando, estás luchando. Cuando Cristiano clama al cielo diciendo que ha sido injusto el resultado, después de haber sido totalmente irrelevante y no haber, siquiera, tirado el penalti, está demostrando lo poco que vale como persona y como líder: Cristiano, mira el vídeo y observa lo que hace el 6 de la Roja.

España se embotella por la posición de Xavi, contra Portugal sólo cuando bajó y se mezcló con los mediocentros, el equipo se rearmó y jugó, poco, mejor. Conste que Xavi me parece un dios del fútbol y un gran tipo: un ejemplo de lo que debería de ser este país diverso, abierto y tranquilo, si fuera un país decente y no lo que es. Pero cuando se fue y su sitio, que no es su sitio, lo cogió Iniesta el equipo mejoró, y entonces sí, se vió la diferencia que había con Portugal.  Del Bosque no ha solucionado la posición de Xavi y eso me parece más complicado que si jugamos o no con nueve.

Italia le ganó con absoluta claridad a Alemania. Fue un partido de hombres del siglo XXI contra niños del XX. Tal vez esta Alemania madure y sea temible dentro de dos o cuatro años, ahora es menos que Italia y menos que España.

Balotelli ha jugado como lo que debería ser: un ciborg que marca golazos. Impresionante la belleza del segundo. En Alemania sólo me ha gustado Khedira, ante Pirlo eso es nada.

Debería de ir Merkel a la final y que las dos aficiones la insultaran a coro.

El domingo por la noche: Italia - España, disfrutemos, aunque se caiga el avión.

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