domingo, 28 de julio de 2019

Les llaman boxes por no llamarlos cajas. Son pequeños, un par de metros cuadrados, una mesa, una silla para la trabajadora y otra para la gente que va pasando. Están apretados y hay un continuo trasiego de personas. En el que nos atienden hay una lámpara detrás de las sillas junto a un pequeño mueble en el que se amontonan botes. Arriba, en la lámpara, una flor de fieltro verde con un largo tallo también verde y una corola morada que sonríe en el centro. Hay una flor allí, en los boxes. Lo único humano nos guiña y dice que hay vida y que lucha por no ser impersonal, por no rendirse. En cada caja hay una persona que atiende y vive. Gracias, señora, por poner ahí esa flor.

Cifuentes no toma vacaciones porque es liberal y cree que son voluntarias. Hay millones de españoles que no tomamos el preceptivo mes de vacaciones pero no porque seamos liberales o gilipollas o las dos: no las tomamos porque no podemos. Porque este país no ha logrado que la mayoría de sus trabajadores tengan una vida digna y en esa vida digna hay un mes de vacaciones que no está completo, que no llega, que no podemos permitirnos. Los autónomos no tenemos derecho a baja porque en este país los trabajadores por cuenta propia tenemos que autoexplotarnos para sobrevivir. No es verdad que no enfermemos, enfermamos y trabajamos con dolor y drogados. No es algo de lo que sentirse orgulloso: es explotación y significa que este país no ha construido los mecanismos de justicia social, de derechos, suficientes como para que podamos enfermar y tener una protección para nosotros y nuestras familias. Nada de lo que sentirnos orgullosos, más bien una puta vergüenza.

Y ya está, que entre las pijas liberales que alardean de no tener vida —a pesar de dedicarse con saña a explotar las nuestras— y las trabajadoras que ponen flores en las lámparas, prefiero las flores de fieltro y también saber cuando estoy explotándome a creer que soy un supermán neoliberal.




Publicado en facebook, 27 jul. 2017 23:24.

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