Mundial 2010. Días 27 y 28. «He visto todos los partidos»
Dice Xavi que ha visto todos los partidos. También dice sin disimulo que el partido que hemos ganado hoy era la final. No, la final es el domingo y es dificilísima. También dice que han jugado muy bien y que le dijo a Del Bosque que no llevaba razón, que contra Paraguay jugamos muy bien. Es verdad. Xavi ve todos los partidos durante los partidos. Hoy ha dado otra clase magistral.
Salió España, cogió el balón y los alemanes se dieron cuenta de que todo lo que habían dicho antes del partido, porque son unos caballeros y porque querían que nos confiáramos, era verdad. El rondo empezó en el minuto uno. No veían el balón. Decían los comentaristas que Alemania no jugaba como los otros partidos, joder, sólo hay un balón y no se lo dejábamos. Ya les hubiera gustado.
Titula L”Equipe que España está en la final como estaba previsto. Como estaba previsto. Hay que joderse. Llevo al borde del infarto tres partidos y es como estaba previsto. Estos franceses...
Y me dicen que juega Pedro. Y vuelvo a insultar a Del Bosque. Y, como siempre, llevaba razón él. Florentino, una fácil: ¿un tipo que ha ganado dos Copas de Europa y ha jugado una final del mundial es un entrenador ganador? Siempre pensé que era igual de cateto ser incapaz de mirar más allá de la plaza de tu pueblo, (de la verja de tu inmobiliaria, leer a Echegaray por ser español), que no ser capaz de valorar lo propio y preferir siempre lo ajeno. Mire usted, Stendhal está bien, pero Galdós también.
Acaba el primer tiempo y están a punto de liárnosla. Empieza el segundo y España sube un poco el nivel y la velocidad. Cada vez llegamos más. Si todo fuera normal les ganábamos seguro. Son alemanes. Recordé al Atlético en aquel partido que oí por la radio siendo minúsculo. Schwarzenberg, se llamaba el pollo. Una noche hace dos años el Getafe le dio un baño al Bayern y perdió. Alemanes: cualquier cosa que ruede por el cesped puede acabar en tu portería. Ahora, además, son realmente buenos. En 2014 puede que el maracanazo sea contra Alemania. En las tres últimas competiciones han sido terceros, segundos y ahora terceros o cuartos. Impresionantes. Le contaré a mis nietos que hubo una vez que España ganó dos veces seguidas a Alemania.
No creo que tuviera más pulsaciones jugando al fútbol. Una hora después todavía pensaba que me podía dar algo. Subo con las niñas a la terraza y la gente está alegre: hay pitos y petardos y cohetes. Me alegro.
España contra Grecia. Ya hemos sido subcampeones varias veces. Sale España y arrolla a los griegos. El partido no mola por la falta de emoción. Algo así ha pasado hoy. Emoción sí que ha habido y sufrimiento máximo también. El fútbol no es como el baloncesto, aquí en un despiste te ganan el partido. Pero hemos jugado abrumadoramente mejor que el mejor equipo del torneo, el que ha ganado a Argentina e Inglaterra humillándolas.
Pujol marca el gol y me alegro por él. Tal vez Casillas sea el líder, con Marchena, y Xavi el director intelectual pero hay algo en Pujol, con esa pinta de estar oyendo a Leño en los descansos, que le convierte en el hermano mayor comprensivo, en el amigo que prefieres tener.
Angela Merkel el otro día, Lissavetzky cada momento. Blatter. La reina. Villar. Los poderosos fingen que se alegran como nosotros. Siento que ensucian el deporte. No ver telediarios me está convirtiendo en más radical. Esos tipos hacen sufrir a la gente. La solución: más democracia.
Sacchi dice que Torres es una de las seis figuras del mundial, del mundo, (con Rooney, Messi, Cristiano, Ribery y Kaká). No lo entiendo pero parece que Torres es el español más valorado fuera de España. De los que dice Sacchi ninguno ha hecho nada en el mundial. El mejor del mundo sigue siendo Iniesta.
Holanda le gana a Uruguay. Papá, ¿con quien vamos? Con los dos.
Holanda es superior a Uruguay y se nota todo el partido. Robben y Snejder han sido los dos jugadores más importantes de los dos finalistas de Champions. Parece que no juegan pero llevan 14 partidos oficiales seguidos ganados. Uruguay al final, casi les da un susto.
El domingo, otro día de infarto, ¿como estaba previsto?
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