Decálogo del lector ecológico.
[Recupero este texto del otoño de 2013 porque las webs en las que estaba publicado lo quitaron. Supongo que cambiaría cosas si lo escribiera ahora pero no lo voy a hacer, es de 2013 y así se queda].
Decálogo del lector ecológico
“La ecología es el estudio científico de los procesos que influyen la distribución y abundancia de los organismos, así como las interacciones entre los organismos y la transformación de los flujos de energía.” (Wikipedia)
¿Qué es un lector ecológico?
Un lector ecológico sería aquel que ejerce su pasión, leer, con una conciencia política en un triple sentido, hacia la sociedad, hacia el propio sistema editorial en el más amplio sentido posible y hacia su propia economía. Al igual que el naturalista en el monte recoge sin pensarlo latas olvidadas por viles turistas, el lector ecológico con su comportamiento ayuda a generar una sociedad más justa evitando favorecer el incremento de las desigualdades, favoreciendo un ecosistema editorial más diverso y razonable, y, también, es un lector que optimiza sus recursos, que ahorra y que interviene activamente para que otras personas puedan hacerlo.
En este momento en el que la situación social y política es terrible y parece que no tenemos margen de actuación voy a proponeros diez pequeñas maneras de consumo, tráfico y disfrute de libros que ayudarán a que nuestro mundo sea más agradable. Y a que nuestro vicio favorito nos cueste el menor dinero y esfuerzo posible.
En este decálogo no hablo de libros electrónicos ni de bibliotecas porque pienso que, en cierto sentido, son dos esferas diferentes y he querido centrarme en buscar herramientas que puedan ayudar al lector, al bibliófilo, que gusta de leer y poseer ese viejo y estupendo artefacto que es un libro de papel.
1. Compra local.
Sí, la compra local no sólo es necesaria en la comida o en el apoyo al pequeño comercio. En el caso de los libros las pequeñas librerías de barrio están desapareciendo, las librerías de fondo también y las de segunda mano desapareceremos justo después de que lo hagan las de nuevo. Cualquier librería te trae en un máximo de un par de días el libro que necesites, más o menos el mismo tiempo que tarda el más rápido, y caro, de los portales de internet. Una de las pocas formas que nos quedan para intervenir activamente en la economía es con nuestros criterios de compra, cuando compramos en las grandes cadenas y en las mega páginas de la red estamos favoreciendo que se incrementen aún más las tremendas desigualdades ya existentes. En Granada mis librerías favoritas son Praga, (es mía, es broma), Metro, Imagina, Alsur y Babel entre las de nuevo y Ubú, Reciclaje y Sostiene Pereira de viejo. Es importante ser fiel a tu librero, te tratará mejor y tendrás un aliado infiltrado en el almacén del deseo, como serle infiel y merodear por las demás.
2. Desconfía de los descuentos y de los gastos de envío gratis.
Las monedas de 1 euro suelen valer 1 euro, si te dicen que te las regalan es que te las están cobrando de otra forma. En España hay ley de precio fijo para los libros, (como para el tabaco o los medicamentos), esta ley que existe en la mayoría de los países de nuestro entorno permite la supervivencia de las pequeñas librerías e impide prácticas fraudulentas como el dumping. De hecho el precio fijo de los libros es el que impide que dichos precios suban: el gobierno Aznar liberalizó el de los libros de texto para regocijo de grandes superficies. He intentado encontrar datos concretos de la evolución de los precios en la red y no lo he logrado, misteriosamente, no hay ninguna estadística sobre dicha evolución.
3. Sáltate la lógica de mercado.
No hay nada más actual que los diálogos de Platón, La Guerra y la Paz de Tolstoi o la maravillosa Rojo y Negro. En literatura, en cualquiera de las disciplinas de letras, el último mes, que es el único objetivo del mercado, es un instante irrelevante. Hay muchas ediciones de los clásicos por menos de 10 euros, hay ediciones en bolsillo que salen en un plazo de tiempo pequeñísimo desde la publicación de la última novedad. Si lo pensamos detenidamente leer es bastante barato, sólo en caso de lectores compulsivos de novedades de tapa dura se convertiría en un vicio caro.
4. Compra libros nuevos y compra libros usados.
El mercado del libro no se ciñe sólo a las novedades y a las ediciones de bolsillo; existe un circuito de segunda mano en el que se puede lograr prácticamente cualquier libro actual a mitad de precio y recuperar del olvido todo el legado que las editoriales dejan de tener disponible cada vez más rápidamente.
5. No compres en Amazon.
Si hay algo que afecta al ámbito del mundo editorial y a todos los que vivimos en él es que una corporación enorme representante del peor capitalismo y todo lo que eso conlleva y significa use al ecosistema en el que vivimos y trabajamos como cebo para vender máquinas de coser. Amazon tributa por sus servicios en Luxemburgo, tiene en unas condiciones laborales a sus trabajadores propias de una vieja novela de Dickens, se queda con un porcentaje de aproximadamente el 40 % de las ventas de las pequeñas librerías que acoge como plataforma, hace dumping a sus competidores… hay rumores de que cada vez que alguien compra un libro en Amazon muere un gatito de un librero. Este último dato no está contrastado pero cada vez veo menos librerías con gato.
6. Mantén viva tu biblioteca.
El infierno es un trastero con cajas llenas de libros pudriéndose con el polvo, la tristeza y la oscuridad. Si un libro no te gusta véndelo, cámbialo o regalalo. Puede que ese libro de Juan Manuel de Prada que te ha regalado tu madre te produzca, con razón, una vergüenza terrible pero no te cortes, si le gusta a tu madre le gustará a más gente, en alguna librería de viejo te lo comprarán o cambiarán por esa novela erótica rusa que hace tiempo que buscabas. Utiliza como alternativa las web de compra-venta en la red, os recomiendo especialmente todocoleccion.net, es española, (no por nacionalismo barato, si no por el punto uno, consume local), no cobran grandes comisiones y tiene el suficiente tráfico como para que merezca la pena. También es recomendable a la hora de comprar.
7. Rescata libros en peligro de destrucción.
En los rastrillos, en los mercadillos y en las tiendas genéricas de cosas usadas hay a veces montones de libros, suelen estar amontonados, mal cuidados y sucios pero son tremendamente baratos. Compra en esos sitios: cada libro que saques de ahí, será un tesoro rescatado para el bien común. Y no es sólo por filantropía, puede que encuentres libros muy por debajo de su valor que puedes disfrutar o revender fácilmente.
8. Usa todostuslibros.com.
Todostuslibros es la web de los libreros españoles de nuevo. Es una herramienta fantástica. Te dice si un libro está disponible, qué precio tiene, qué ediciones hay y en qué librerías lo tienen y si están cercanas a ti. No entiendo cómo no está más publicitada y más visitada.
9. Utiliza uniliber.com.
Uniliber es la web de los libreros de viejo españoles. Tiene millones de títulos de todos los precios, calidades y temáticas. Hay desde joyas antiquísimas a libros firmados por autores o simples libros usados rebajados a la mitad de su precio. Tiene varias herramientas especialmente destacables: una es que puedes guardar las búsquedas, lo cual es útil para comprar novedades según llegan al sistema de segunda mano o para encontrar esos libros imposibles que están totalmente descatalogados. Otra es que permite reducir la búsqueda por provincias, la utilidad es clara, a Uniliber pertenecemos la mayoría de los libreros de viejo de, por ejemplo, Granada, puedes comparar precios y existencias y puedes ir directamente a la tienda que tiene el libro que estás buscando. Y, por supuesto, puedes guardar las búsquedas restringidas a las librerías de tu ciudad.
10. Compra en librería Praga.
Es la mía, es muy bonita y…. perdón este punto creo que realmente es: Lee. Joder.
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