jueves, 2 de febrero de 2012

Lo que escribes no le importa a nadie. A nadie. 

Este es un blog absurdo como tantos otros. ¿Quién leerá este artículo? ¿Cuatro, cinco, seis amigos? ¿Mi pareja? ¿Algún desconocido que haya rebotado? ¿Merece la pena ponerse a escribir después de currar todo el día? Leer libros después de vender libros. Escribir sobre libros. Libros y más libros. Qué buena hoguera. 

Hay días así. Para todo el mundo. Stephen King, (¿cuantas novelas has vendido, Stephen?), dice que a él no le pregunta nadie sobre el lenguaje. Ay. 
 «Lástima porque en la plebe también nos interesa el idioma, aunque sea de una manera más humilde, y sentimos auténtica pasión por el arte y el oficio de contar historias mediante la letra impresa» 
Créeme Stephen, tu opinión importa. En España este libro ha estado descatalogado unos cuantos años y ha alcanzado un precio insensato para una obra de un autor de best-sellers. Todavía no estoy muy seguro de si el libro está o no disponible, comparad los precios aquí: "Mientras escribo" en Uniliber.  Dos a nueve, uno a dieciocho y los demás por encima de sesenta. Y, también, parece que escribir no es realmente bueno para la autoestima. Si Stephen dice que a él no le preguntan por el lenguaje... 

SK cuenta en un capítulo estupendo su adicción al alcohol y las drogas. Lo cuenta sin milongas y sin estupideces, lo que se agradece. Me recordó a la forma de enfrentarse al alcoholismo de Ian Rankin en las novelas de Rebus. Veamos: 
«No digo que la gente creativa no corra mayor riesgo de engancharse que en otros trabajos, pero ¿y qué? A la hora de vomitar en la cuneta, nos parecemos todos bastante» 
«Mientras escribo» es una memoria literaria y un manual de escritura creativa. Es mucho más interesante la parte memorística que la pedagógica. SK nos cuenta como, según su propia teoría del fósil, va descubriendo sus historias y cómo se deja llevar por la propia historia sin un orden previo, sin esquemas ni nada parecido. La parte pedagógica es igual que tantos libros de escritura creativa. No narres, muestra y todo eso. Luego lees a Baroja y narra un huevo y todo lo que te han contado es papel mojado porque Baroja es Baroja. 

Compré mi copia en ebay y está mutilada sin la lista final de libros recomendados. La he encontrado googleando y no es nada del otro mundo. Curioso que de Dickens sólo ponga Oliver Twist. Ningún español. 

SK escribe dos mil palabras al día, un borrador cada tres meses. Unos setenta libros leídos al año. No creo que vuelva a leer ningún otro libro suyo: no leo libros de terror porque me dan mucho miedo y ya sufrimos bastante. Aunque hay una novela gráfica con el guión de Peter Davis sobre «La torre oscura» que sí tengo que leer. Este me ha gustado: es divertido, se lee rapidísimo, como dice el Sr. Autor, «no sobra nada». El ritmo es probablemente la virtud literaria menos apreciada. No es malo vender muchos libros, es malo ser un tostón. ¿Lo pasaré muy mal si leo alguna de las novelas de SK? 
«En último término, se trata de enriquecer las vidas de las personas que leen lo que haces, y al mismo tiempo de enriquecer la tuya. Es levantarse, recuperarse y superar lo malo. Ser feliz, vaya. Ser feliz.». 
Si lo dice SK...

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