sábado, 7 de enero de 2012

Mi primera copa
La última alma humana que se enteró de la victoria fue mi padre: estaba en su bar favorito y no había televisión. El balón vino botando y le pegué con rabia de años de golpes. Sentí la explosión de alegría del estadio. La ciudad entera me aplaudía. Todos. Miré a la grada y sólo vi a mi madre con las oscuras gafas de sol. Intenté no torcer el gesto. No debería desear que él viniera. Me escapé de la celebración. Llegué a tiempo al hospital, me susurró que me tomara una copa para celebrar la victoria. Nunca. Ninguna.


(PD. Micro escrito para el concurso de "Relatos en Cadena" de la Cadena Ser. Misteriosamente, no ganó. Vaya.)

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