Lechona asada
Mercadona, 11 de la mañana, no queda Cochinillo, bueno, será Lechona. La edad no importa. La chica que me atiende es amable y me explica que lo mejor es que la ponga un montón de horas, 3 o 4 mínimo. Recuerdo un programa de Iñaki Oyarbide en el que hacía un cochinillo en el horno a baja temperatura. Compro manteca de ibérico para untarlo abundantemente. Lo voy a poner con laurel, romero, ajo, un poco de sal y pimienta y vino don Simón.
La manteca:
Son las 1 de la tarde, quiero dormir siesta y J. dice que es Un buen día. Me recuerda a los tebeos de Spiderman de Straczinsky que estoy leyendo, y que me están flipando. Buen rollo. Suena Ruby tuesday después. Si espero a ponerlo después de la siesta igual me quedo corto. Hablo con mi cuñao Rafa, magnífico asesor, y decido cómo lo voy a hacer: muy baja temperatura, desde ya hasta la cena. Si me quedo corto subiré a última hora los grados.
Empiezo a prepararlo todo, las especies en el fondo de la bandeja, tengo romero y laurel en casa. Tomillo y ajos del mercadona.
Las dos bandejas de lechona me caben justitas en la placa, vamos a cenar 9, si estuviéramos todos, (ay, José lo que te perdiste), ¿cómo lo haría?, ¿sobrará?
Sobraba un poco de romero y se lo pongo encima. Voy preparando el horno a unos 75-80º y sólo con aire, a última hora le pondré fuego arriba.
Falta la manteca, lo unto generosamente y le añado el tomillo, la sal, (gorda) y la pimienta blanca:
Dentro del horno :-)
Me levanto de la siesta. ¿Qué tengo que...? Osti, el marrano.... y así estaba sobre las 5:
¿Le subo la temperatura? ¿Se hará antes de tiempo? ¿Tendremos que cenar huevos fritos?
La guarnición: cuando vamos a Burgos con Mónica y Manolo, comemos lechuga con el cordero, haremos hoy una ensalada verde con las lechugas, espinacas y los pocos, muy pocos, canónigos, que tenemos en nuestro mini-huerto. Las verduras recién cortadas lavándose con unas gotitas de lejía.
Sobre las siete le subo la temperatura al horno a unos 120º, parece hecho pero la piel no está crujiente y al pincharlo se nota que no está totalmente cocinado. Es el momento de las dudas, todavía no está pero lo parece y no conviene pasarse ni quedarse corto. Aguanté la respiración y sin miedo confié en que saldría bien. Más o menos como todo lo demás en esta vida. La última media hora le ponemos el grill superior. Un poco después tiene este aspecto:
Al sacarlo Susana se pone muy contenta :-) :
Y la ensalada que hizo Susana de guarnición:
Y quedó recién trinchado así:
Y... eran más de 4 kg, 9 personas, (4 niñas), y dejamos esto:
Cocina en librería PRAGA
La manteca:
Son las 1 de la tarde, quiero dormir siesta y J. dice que es Un buen día. Me recuerda a los tebeos de Spiderman de Straczinsky que estoy leyendo, y que me están flipando. Buen rollo. Suena Ruby tuesday después. Si espero a ponerlo después de la siesta igual me quedo corto. Hablo con mi cuñao Rafa, magnífico asesor, y decido cómo lo voy a hacer: muy baja temperatura, desde ya hasta la cena. Si me quedo corto subiré a última hora los grados.
Empiezo a prepararlo todo, las especies en el fondo de la bandeja, tengo romero y laurel en casa. Tomillo y ajos del mercadona.
Las dos bandejas de lechona me caben justitas en la placa, vamos a cenar 9, si estuviéramos todos, (ay, José lo que te perdiste), ¿cómo lo haría?, ¿sobrará?
Sobraba un poco de romero y se lo pongo encima. Voy preparando el horno a unos 75-80º y sólo con aire, a última hora le pondré fuego arriba.
Falta la manteca, lo unto generosamente y le añado el tomillo, la sal, (gorda) y la pimienta blanca:
Dentro del horno :-)
Me levanto de la siesta. ¿Qué tengo que...? Osti, el marrano.... y así estaba sobre las 5:
¿Le subo la temperatura? ¿Se hará antes de tiempo? ¿Tendremos que cenar huevos fritos?
La guarnición: cuando vamos a Burgos con Mónica y Manolo, comemos lechuga con el cordero, haremos hoy una ensalada verde con las lechugas, espinacas y los pocos, muy pocos, canónigos, que tenemos en nuestro mini-huerto. Las verduras recién cortadas lavándose con unas gotitas de lejía.
Sobre las siete le subo la temperatura al horno a unos 120º, parece hecho pero la piel no está crujiente y al pincharlo se nota que no está totalmente cocinado. Es el momento de las dudas, todavía no está pero lo parece y no conviene pasarse ni quedarse corto. Aguanté la respiración y sin miedo confié en que saldría bien. Más o menos como todo lo demás en esta vida. La última media hora le ponemos el grill superior. Un poco después tiene este aspecto:
Al sacarlo Susana se pone muy contenta :-) :
Y la ensalada que hizo Susana de guarnición:
Y quedó recién trinchado así:
Y... eran más de 4 kg, 9 personas, (4 niñas), y dejamos esto:
Cocina en librería PRAGA
4 comentarios
¡Qué nerrrrrvios! parecía que no llegabamos al final.
ReplyTe quedó genial.
Feliz año.
Que me digan a mi lo de los nervios. Pero todo salió muy, muy bien, estaba riquísimo, como se ve en la última foto dimos buena cuenta, bueno, unos más que otros, hay alguno que se comió un kilo el sólo.
Reply¡Javier pa' ponerte un piso!
Alejo
Replyfelicidades también para tí, amigo. Nos vemos pronto. Estuve por allí y no estabas.
saludos granadinos
VAYA PINTA QUE TIENE, SEGURO QUE SABRA MEJOR
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