miércoles, 12 de febrero de 2014

Había brotado, en medio del huerto, un imponente piano de cola. Lo miré impasible, me di la vuelta y entré de nuevo en la casa a través de la puerta de la cocina. En la hornilla había una sartén con forma de violín y en el baño, la bañera era un violonchelo, continué impertérrito y vi la televisión como un arpa, por la ventana se veían flautas picando en la hierba que se asustaron y levantaron el vuelo.Sabía que era un sueño y que no podría despertar, que estaba en un avión, que volvía con el resto de la orquesta, las primeras turbulencias, el humo, los gritos…

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